Ver y ser visto. Nunca nos cansaremos de repetir esta recomendación que tantas veces hemos recordado en nuestro blog y redes sociales. Se trata de una de las prácticas que más seguridad te va a aportar mientras ruedes en bicicleta. Poder ver claramente todo lo que te rodea y que los demás puedan advertir tu presencia en la vía.
En anteriores entradas al blog te hemos hablado sobre consejos para mejorar la visibilidad en bicicleta y el mínimo exigible por la normativa de la DGT para ciclistas. Pues bien, llega el momento de hablar sobre los diferentes tipos de luces que puedes utilizar y cómo actúan cuando circulas con tu bicicleta a diferentes horas del día y en diferentes condiciones de visibilidad.
Lo primero que debes tener en cuenta es si vas a utilizar luces en tu bicicleta para ser visto, es decir, su finalidad tanto de día como de noche va a ser que los demás nos puedan ver, o para generar nuestra propia iluminación y poder ver en vías que carecen de luminosidad.
De esta manera, si vas a circular por ciudad en vías con una buena iluminación, quizá con unas luces menos potentes combinadas con otros elementos que te hagan más visible será suficiente.
Por otra parte, si quieres realizar recorridos por vías interurbanas o rutas nocturnas por la montaña, no solo va a bastar con ser visible al máximo, que también, si no que debes equiparte con unas luces lo suficientemente potentes para circular de forma segura y con la autonomía suficiente para, como mínimo, el tiempo que dure la ruta.
En primer lugar, para poder valorar la potencia de una determinada luz de bicicleta tienes que conocer en qué se mide y qué significado tiene la medición. En este caso hacemos referencia al lumen (lm). Un lumen es una unidad del Sistema Internacional de Medidas y mide el flujo luminoso de una fuente de luz. Es la manera en la que la mayoría de los fabricantes indican la potencia de sus luces, y, aunque es muy útil para realizar una aproximación, hay que tener en cuenta otros factores que influyen en la potencia real.
En este sentido, ten en cuenta que no existe un único sistema para el cálculo de los lúmenes, por lo que a veces resulta poco efectivo usar esta medida para valorar entre dos luces de diferentes fabricantes. Nuestra recomendación es que, en la medida de lo posible, te asegures que la luz es tan potente como necesitas informándote previamente de más referencias, opiniones e incluso comprobando su luminosidad de primera mano.
También influye en la potencia el ángulo de salida de la fuente de luz y el alcance del mismo. Y en esto tienen mucho que ver el proyector (todo lo que rodea a la fuente de luz), la propia lente y el número de leds. Hablando de leds, hay que destacar el avance de los mismos en materia de luces, posibilitando la misma potencia de luz con un consumo mucho menor.
En Eltin, tal y como podrás comprobar en nuestro amplio catálogo de luces de bicicleta, todas las luces se miden en lúmenes, buscando siempre la máxima precisión especificaciones-realidad. Es decir, que la potencia expresada en lúmenes se corresponda siempre con su rendimiento real. Además, podrás encontrar otras muchas especificaciones que te serán de gran ayuda: modos de uso; número y tipo de leds; peso; material de sus componentes; tipo, capacidad y duración de la batería en sus diferentes modos; medidas; y certificado de resistencia al polvo, objetos y agua. Todo ello junto con imágenes del producto desde diferentes ángulos.
Una vez conocido todo esto, podemos pasar a hablar de potencias recomendadas según el uso que le vayas a dar a tu bicicleta. ¡Vamos con ello!
Una buena manera de clasificar las luces de bicicleta según su uso es dividirlas dependiendo del tipo de zonas y recorridos que puedes realizar con las mismas. Antes que nada, echa un vistazo a nuestra infografía.
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En estas zonas la principal prioridad es que seas visible a una distancia suficiente como para que los demás vehículos adviertan tu presencia y tomen las medidas de seguridad necesaria. Para lograr esto, puedes usar luces delanteras de entre 50 y 100 lúmenes de potencia máxima. Además, en estos casos nuestra recomendación es que utilices otros elementos de visibilidad como usar alguna prenda reflectante o accesorio (tipo brazalete), catadióptricos, un casco que sea visible…
Cuando vayas a coger tu bicicleta y no sepas con claridad con que iluminación te vas a encontrar en algunas vías o el día no esté claro comprometiendo así la visibilidad, nuestra recomendación es que tengas a mano una luz más potente, de entre 200-400 lúmenes como mínimo. Te resultará muy útil, ya que la puedes utilizar en un modo de intensidad más bajo cuando la visibilidad sea buena y, cuando ésta disminuya, aumentar la potencia y con ella nuestra visión y seguridad.
Aquí dependerás única y exclusivamente de tus luces. El mínimo imprescindible para este tipo de situaciones son 400 lúmenes, no obstante, cuanta más potencia, mejor. Es por esto que tener a tu disposición luces superiores a los 800 lúmenes será esencial para que puedas circular en condiciones seguras. Ten en cuenta que, a más velocidad, más campo de visión necesitas para advertir curvas y obstáculos.
Si eres de los valientes a los que les gustan las aventuras nocturnas y planear rutas por montaña de noche, debes contar con lo máximo en materia de iluminación. Como mínimo, la luz delantera debe ser de 1200 lúmenes. A partir de aquí, y dependiendo del tipo de ruta, podrás escoger luces aún más potentes. Por ejemplo, si la ruta exige el paso por sendas exigentes, hay que contar con más potencia e incluso con varias luces con distintas perspectivas para cubrir más superficie. Para el caso de estas luces, debes tener más en cuenta todavía la duración de su batería, siendo recomendable utilizar luces con una batería externa que incremente el tiempo de uso a una potencia elevada.
La función principal de las luces traseras en una bicicleta es hacerte visible, por lo que suponen uno de los elementos de seguridad más efectivos y a su vez sencillos de poner en práctica. Por esto, es recomendable que lleves siempre un piloto trasero de color rojo en la tija del sillín pese a que pueda parecer que existen condiciones de buena visibilidad.
Podemos dividirlas según el uso y zonas por las que se vaya a circular, de igual manera que hemos hecho con las luces delanteras. La diferencia es que las luces traseras las vamos a dividir según la distancia desde la que serás visto por otros vehículos y no por el rango de visión que te aportan. De esta manera se tendrá en cuenta principalmente la presencia de otros vehículos en la zona por la que circulas y la visibilidad que sean capaces de aportar pese a existir buena iluminación natural (luz solar) o artificial (focos, farolas...). Las más potentes serán las que mejor rendimiento aporten para uso diurno, al contrario de lo que sucede con las delanteras.
También hemos preparado una infografía donde puedes darte cuenta de las distancia desde la que te ve un vehículo, por ejemplo.
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El principal objetivo en este tipo de casos es lograr un equilibrio entre visibilidad, ligereza y autonomía. De este modo, con una potencia entre los 5 y 20 lúmenes puede ser suficiente para que los demás adviertan de tu presencia.
Son capaces de hacerte visible a plena luz del día desde cientos de metros. Con una potencia entre 20 y 70 lúmenes, son las indicadas para uso en carretera y zonas con tráfico moderado o alto de forma que los demás vehículos adviertan tu presencia con anterioridad y puedan tomar las medidas pertinentes para garantizar tu seguridad, como, por ejemplo, para anticiparse y dejar la distancia prudencial de adelantamiento.
Las más potentes. Con ellas, serás visible desde muy lejos a plena luz del día. Su potencia supera los 70 lúmenes y es recomendable que, si cuentas con una luz de estas características, la uses a sus niveles de potencia más bajos durante la noche y en condiciones de baja visibilidad para no deslumbrar a otros vehículos y generar peligro.
Esperamos haberte ayudado a entender un poco mejor qué luces de bicicleta puedes encontrar, su potencia y sus usos recomendados para así poder saber qué luz necesitas.
Desde Eltin, ofrecemos todo tipo de luces con muchas potencias, intensidades, modos de usos, forma y tamaño...para abarcar así todos los usos y que puedas dar con la ideal para ti. Para facilitar tu búsqueda, dividimos nuestro catálogo de luces en tres líneas: Explorer, Focus y Lite. En el artículo dedicado a las mismas, las presentamos y clasificamos cada una de las luces.
La línea Explorer estaría formada por luces delanteras para rutas MTB nocturnas y luces traseras que consiguen hacerte visible desde bien lejos pese a existir buena visibilidad. La línea Focus, por su parte, representan el equilibrio perfecto entre ligereza y rendimiento, siendo las ideales para zonas con escasa o baja visibilidad en cuanto luces delanteras y para poder advertir tu presencia a cientos de metros en condiciones de buena visibilidad para el caso de luces traseras. Por último, la línea Lite está enfocada en cumplir con la normativa y los mínimos requerimientos de seguridad haciendo que puedas ver mejor aún en zonas urbanas iluminadas de noche o zonas con iluminación media en cuanto a visibilidad delantera, y ser visible de noche en zonas urbanas iluminadas o vías sin excesiva presencia de otros vehículos.
Para cualquier duda, no dudes en preguntarnos y estaremos encantados de ayudarte. Esperemos que nuestra infografía te resulte de utilidad y puedas rodar en condiciones seguras con una correcta iluminación que te permita ver y ser visto.
#KeepOnCycling
