Para saber si toca cambiar el líquido sellante y conocer el estado del sistema de primera mano, es posible realizar una comprobación, que, aunque resulta sencilla, se debe llevar a cabo de forma cuidadosa. Es la siguiente:
Primero, deshincha la rueda por completo hasta dejarla sin aire para, posteriormente, mediante la llave específica para válvulas tubeless, quitar el obús. El obús es la parte desmontable de la válvula. ¡Atención! Al realizar esta operación la válvula debe colocarse en la parte baja de la rueda de forma que quede mirando hacia arriba y evitar así que el líquido se salga al extraer el obús. La opción más sencilla es contar con un obús desmontable que facilita mucho la operación y permite meter el líquido de forma muy sencilla.
Al tener fuera el obús, podrás introducir en su lugar una jeringuilla con la que succionarás el líquido a través de la válvula y llegará hasta el tubo de la misma. Gracias a la guía numérica que incorpora, en mililitros, podrás comprobar el estado del líquido. ¿Cómo? Si practicas ciclismo de montaña con ruedas de 29 pulgadas, los valores recomendados oscilan entre 80 y 100 ml por rueda, mientras que, en ruedas de 27,5 pulgadas, por ejemplo, estos valores deben ser 20ml menores. Para ciclismo de carretera, por su parte, si se encuentra entre 40 y 60 ml por rueda, estarás en los niveles adecuados. Si los niveles se encuentran por debajo de los valores recomendados, debes añadir lo que falta.
Pero esto no acaba aquí, ya que tu trabajo de laboratorio aún puede llevarte a otro análisis y comprobación efectiva: el color del líquido. Será determinante a la hora de conocer su estado. Si el color es más oscuro que el líquido original o puedes detectar fragmentos sólidos o zonas secas, sustituye por completo el líquido ya que no estará cumpliendo su función.