En este post queremos compartir contigo las claves para llevar a cabo un correcto mantenimiento de la cadena de tu bicicleta. Algo muy sencillo pero a la vez muy importante que evitará averías y hará que ruedes con mayor facilidad.

La cadena es uno de los elementos más importantes de la bicicleta, en cambio, pasa muchas veces desapercibida en las labores de mantenimiento, únicamente prestándole atención cuando empieza a dar problemas. Esto es una práctica errónea, ya que el mantenimiento de la cadena es algo sencillo de realizar y evita averías y contratiempos innecesarios. Además, como ya te comentamos en el artículo del mantenimiento de la bicicleta en verano, la cadena es de los elementos que más sufre las altas temperaturas y algunos efectos asociados como el polvo y el tipo de terreno.

Para ello, necesitas conocer las peculiaridades de la cadena y algunos sencillos pasos de mantenimiento que te ayudarán a detectar problemas y poner solución o simplemente harán que tu cadena esté siempre en las mejores condiciones. ¿Preparad@? ¡Vamos allá!

cadena de bicicleta

¿Cómo saber si la cadena de mi bicicleta está desgastada?

En primer lugar, debes saber en qué estado se encuentra tu cadena. Se dice que una cadena está estirada cuando presenta desgaste. Esto sucede cuando la distancia entre los rodillos de la cadena es mayor de lo debido y se puede comprobar midiendo esta distancia entre los rodillos de la cadena (las anillas que unen las placas). 

Para saber si esto ocurre, uno de los síntomas totalmente definitorio es que la cadena salte y se salga continuamente al realizar cambios en la marcha y en la velocidad. Obviamente esto pasa cuando el desgaste es enorme y llegar a este punto no debe ser lo normal, por lo que lo recomendable es ir midiendo el desgaste periódicamente para prevenir los posibles problemas. ¿Cómo hacerlo? Para ello existe una herramienta llamada medidor de cadena que permite hacerlo de forma muy sencilla y rápida. El medidor tiene dos salientes, cada uno de ellos indica una medida (0,75 y 1) y miden el porcentaje de estiramiento entre eslabones. Si introduces el saliente que indica 0,75 en un eslabón y no puedes meter el otro y lo mismo sucede para el caso del saliente de 1, la cadena está en perfecto estado. El problema vendrá cuando encajen ambos salientes tanto por 0,75 como por 1, eso es indicador de que tu cadena va necesitando un recambio.

medidor de cadena

¿Cómo limpiar la cadena de mi bicicleta?

Además de comprobar si necesita ser cambiada, es fundamental limpiarla correctamente. Aquellas cadenas que cuenten con al menos un eslabón rápido, son las que se desmontan con mayor facilidad para poder llevar a cabo su mantenimiento de forma muy eficaz. También puedes usar un tronchacadenas para desmontarla. No obstante, si llevas a cabo un mantenimiento periódico y una limpieza adecuada, no hará falta que desmontes tu cadena cada vez que quieras limpiarla.

Lo recomendable es aplicar el cuidado cada cierto tiempo, limpiarla con desengrasante y el cepillo para cadenas dentro del kit de cepillos de bicicleta para poder llegar allí donde no se llega con un cepillo más grande. Nos referimos a aquellos cepillos más pequeños que permiten llegar allí donde otros no llegan y quitan todo el polvo y grasa que se acumula en el interior de los eslabones.

Otra muy buena opción es limpiarla con el limpiador de cadenas, que permite aplicar desengrasante a toda la cadena por igual mientras mueves los pedales para que la cadena vaya corriendo por el interior del mismo. En el siguiente vídeo de Viajar and Roll puedes ver cómo limpia la cadena con el cepillo primero y con el limpiacadenas después para que quede lista para lubricar.

¿Cómo lubricar la cadena de mi bicicleta?

Una vez limpia, es bueno secarla con un trapo limpio para acabar de quitar los posibles rastros que se hayan quedado. De esta forma ya tendrás la cadena lista para lubricarla y echar a rodar. Eso sí, ten en cuenta que todo este proceso es recomendable realizarlo no antes de salir con la bici, de tal forma que le dé tiempo al lubricante a adherirse correctamente a la cadena y todo funcione mejor cuando eches a rodar.

Hay diferentes opciones para lubricar la cadena, ya que se puede hacer con aceite o con cera. Ambas opciones son válidas, e incluso puedes combinarlas en función del tipo de terreno o época del año. Por ejemplo, en los meses de verano si es altamente recomendable usar cera, ya que se comporta mejor en condiciones secas.

El lubricante de cera es una muy buena opción para lubricar la cadena ya que la cera crea una especie de película protectora en la superficie de la cadena que repele el polvo y penetra más a fondo en los eslabones. Pero a la hora de lubricarla, debes ir con cuidado y utilizar la cera necesaria, sin quedarse corto, pero tampoco sin pasarse. Lo ideal es que pongas el bote sobre la parte baja de la cadena para que todo lo que caiga no ensucie a la bici o impregne a otros eslabones, sino que caiga al suelo, donde previamente habrás puesto un trapo. A partir de aquí, mueve la cadena lentamente con los pedales y deja caer una gotita en cada eslabón de forma que penetre bien en cada uno de ellos. No hace falta más que una gota en cada uno, de lo contrario lo que sucedería es un exceso de lubricante que lleva a acumulación de grasa y suciedad en la cadena, lo que acaba siendo contraproducente. En el vídeo anterior de Viajar and Roll también puedes ver cómo realizarlo.

lubricante de cera bicicleta

Una vez hayas llevado a cabo estos pasos, tu bici estará lista para rodar. Recuerda la importancia de realizar esto de forma periódica y no esperar a tener problemas para prestarle atención a tu cadena.

Te recomendamos que le eches un vistazo a nuestros productos de limpieza y mantenimiento y a las herramientas de nuestra gama de taller Eltin Workshop Series para que siempre tengas todo lo necesario para llevar a cabo un buen mantenimiento y darle el cuidado que se merece a tu bici.

#KeepOnCycling

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