Presionas con los dedos la cubierta de tu bicicleta y, en efecto, no tiene aire o no el suficiente para rodar en condiciones. Seguro que como ciclista alguna vez has vivido esto, ya sea antes de salir con la bicicleta o durante el trayecto.
Lo primero que hay que hacer cuando sucede esto es comprobar si se trata de un pinchazo o una pérdida de la presión. Si llevas tiempo sin coger tu bicicleta y al hacerlo te das cuenta de que las ruedas están vacías, lo más probable es que sea debido a la falta de uso, por lo que con hincharlas a la presión recomendada será suficiente para su puesta a punto. Por otra parte, si durante tu ruta o al acabarla el neumático pierde parte de la presión o todo el aire por completo, seguramente se trate de un pinchazo, por lo que será necesario repararlo o cambiar la cámara.
Es muy importante que antes de cada salida compruebes que las ruedas están bien hinchadas teniendo en cuenta la presión recomendada por el fabricante (suele indicarse en el lateral de la cubierta) y el uso que se le va a dar a la bicicleta. Esta es una de las acciones de mantenimiento más sencillas que te garantizará rodar de forma segura y evitar sustos.
No obstante, pese a ser una labor sencilla, muchas veces se puede tornar en complicada. Es posible que no consigas hinchar las ruedas a la presión correcta pese a dar todo de ti comprimiendo y extendiendo la bomba, acabando con el brazo molido y con la frustración porque tu esfuerzo está siendo en vano. También puede suceder que no consigas saber si la presión de las ruedas es la correcta, y si no lo es, esto provoca pérdida de eficiencia en la rodada y mayor probabilidad de sufrir algún imprevisto. Por último, si ya es desagradable tener que cambiar la cámara a mitad de tu ruta debido a un pinchazo, aún lo es más cuando no cuentas con una bomba de mano que te permita llenar de aire la cámara nueva. La bomba de mano debe formar parte del kit básico de herramientas para tus salidas en bicicleta.
Todos estos problemas derivan de una mala elección de la bomba para hinchar las ruedas de tu bicicleta. Se trata de un problema con fácil solución ya que hoy en día existen hinchadores de bicicleta que facilitan todo este proceso. Para ello, debes conocer las claves para elegir el hinchador ideal para las ruedas de tu bicicleta. A continuación, vamos a ayudarte a descubrirlas.
En primer lugar, debes saber que existen dos tipos de bombas para hinchar las ruedas de tu bicicleta: bombas de pie y bombas de mano. Lo ideal es contar con una de cada tipo; la bomba de pie para tener en casa o en el lugar donde guardes la bicicleta y la de mano para llevar en tus salidas ya sea en el bolsillo, mochila o enganchado al cuadro de la bicicleta.
Lo recomendable es contar con ambas, la de pie para tenerla en casa y la de mano para llevar contigo en tus salidas. De esta forma evitarás imprevistos y contarás con todo lo imprescindible para la puesta a punto de tus ruedas.
Las bombas de pie también son conocidas como bombas de taller, ya que son imprescindibles para un correcto mantenimiento de tu bicicleta. Cuentan con todo lo necesario para el hinchado de tus ruedas y además permiten que el proceso sea fácil aportando volumen y presión a las cubiertas de forma eficiente.
Se trata de hinchadores muy completos. Suelen contar con el racor de doble válvula tanto para presta (más fina) como para schrader (más gruesa), un mango ergonómico y apoyo para pie que facilita mucho el proceso de hinchado minimizando el esfuerzo, un soporte para para sujetar el racor al guardar la bomba y, muy importante, un manómetro para medir la presión al instante.
La bomba de mano será la mejor compañera de viaje en tus salidas, por lo que contar con la adecuada para tu bicicleta es clave. Para conseguirlo, debes atender al tipo de uso que le vas a dar y a las prestaciones que la bomba ofrece.
Lo primero que debes conocer es la diferencia entre presión y volumen. Sabiendo esto, podrás atender las necesidades de cada una de ambas en función del tipo de la bicicleta y ciclismo que practiques.
Para el caso de las bicicletas de montaña, necesitan mucho volumen de aire y menos presión, de hecho, no suelen superar los 4 bares. Para conseguir hinchar las ruedas de forma adecuada, la bomba de mano utilizada debe ser de mayor cilindro para poder abarcar la necesidad de volumen de aire dentro de la cámara. Aunque estos hinchadores, al ser más gruesos, sean un poco más grandes y menos ligeros, muchos de ellos son de igual manera fáciles de transportar en el bolsillo debido a su tamaño. No obstante, en las bicicletas de montaña la bomba se lleva muchas veces sujeta al cuadro o en la mochila, por lo que priorizar su capacidad para aportar volumen de aire por encima de su tamaño o peso no resulta descabellado.
Por el contrario, las bicicletas de carretera precisan de un menor volumen de aire pero a mayor presión, entre los 6 y 9 bares. Entre estos valores variará en función de tu peso y del tipo de terreno por el que vayas a circular, por ejemplo, si el terreno está mojado, es recomendable que bajes un poco la presión para aumentar la superficie de contacto con el asfalto y tener más agarre.
La bomba de mano para carretera tiene que ser preferiblemente pequeña, ligera y apta para alcanzar presiones más altas. Hinchar las ruedas a presiones altas con el brazo es una tarea muy complicada, por lo que un hinchador que garantice unos bares elevados facilitará mucho la labor. Además, si esto lo combina con un tamaño ideal para transportar en bolsillo y es ligera, tendrás contigo la bomba perfecta para acompañarte en tus salidas por carretera.
Por último, una vez conoces el tipo de bomba de mano que necesitas, es necesario que atiendas a otras características que te serán de gran ayuda.
Esperamos que estos consejos te ayuden a hacer más fácil el proceso de hinchado de tus ruedas y su mantenimiento.
No dudes en dejarnos en los comentarios tus dudas y estaremos encantados de responderte.
#KeepOnCycling
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