Como ya se ha comentado en muchos otros artículos, las gafas de ciclismo resultan ser un imprescindible. Se trata de un elemento de seguridad muy importante cuya función va más allá de la mera protección solar, ya que además protege de otros elementos como polvo y partículas que pueden entrar en el ojo y comprometer tu marcha.
Si eres de los que piensan que las gafas son más bien un complemento estético, y, a la hora de su elección, te has dejado llevar más por el modelo y la apariencia que por sus características técnicas y nivel de protección, esperamos que, tras leer este artículo, esto cambie. Protección y estilo pueden ir de la mano y son totalmente compatibles, esto es, puedes (y debes) escoger unas gafas que te protejan adecuadamente y que a su vez se adapten a tu estilo y gusto. ¿Quieres conocer las claves? ¡Sigue leyendo!
Antes de decidirte por una gafa u otra, debes comprobar que cumplen con la certificación de protección ultravioleta de la Unión Europea, si el fabricante es europeo, o de la FDA en el caso de que el fabricante sea norteamericano, por ejemplo. Esta homologación garantiza que las lentes cumplen la normativa establecida en relación al bloqueo de la radiación ultravioleta.
Toda gafa que no cumpla esta certificación, no son para nada recomendables, ya que además de no proteger del sol pueden llegar incluso a dañar los ojos y la vista. Esto tiene una explicación, si te pones una lente oscura delante de los ojos, éstos se dilatan. Si dicha lente no cuenta con la protección adecuada contra la luz del sol, te llegará mucha más cantidad de radiación UVA y UVB con las pupilas dilatadas y esto es muy perjudicial para la salud ocular.
Un aspecto muy importante a tener en cuenta. Cuando vas en bicicleta, necesitas estar al tanto de todo lo que sucede a tu alrededor y poder así advertir peligros, ver bien la calzada y rodar de forma segura. Para ello, el campo de visión que tienes con las gafas puestas debe ser el mismo que cuando no las llevas. El hecho de llevar gafas nunca debe restar, sino más bien al revés, debe aportarte el mismo campo de visión con el añadido de protegerte ante partículas y deslumbramientos.
A su vez, también es importante que las lentes tengan una buena definición. A través de ellas debes obtener una visión nítida y clara, sin distorsiones de la realidad. Si la lente, ya sea por sus dimensiones o por su disposición, ofrece una visión de los objetos de diferente tamaño a la realidad, los ojos estarán constantemente realizando un esfuerzo extra para ir corrigiendo ese enfoque, por lo que al final estás cansando la vista con los problemas que ello conlleva.
Por tanto, comprueba que gafas de ciclismo te dan el mismo campo de visión que cuando no las llevas y que, además, a través de ellas gozas de una visibilidad muy nítida y con una definición idéntica de la realidad.
Si tus gafas de ciclismo te resultan pesadas e incómodas de llevar y se te empañan continuamente, quiere decir que no son las gafas adecuadas.
Deben resultarte ligeras y cómodas de llevar sin que acaben molestándote con el paso de las horas. También es cierto que es necesario que cuenten con el peso suficiente como para ir fijas a tu cabeza y que no se muevan en exceso.
Por otra parte, deben estar diseñadas para que vayan transpirando el aire y no se empañen las lentes cada dos por tres. Quizá hayas visto en alguna ocasión gafas que en las propias lentes, sobre todo en la parte superior, incluyen perforaciones para mejorar la ventilación. Esto es efectivo, no obstante, no es necesario, es decir, una gafa sin perforaciones no es señal de que no ventile adecuadamente. El diseño de muchas de ellas, la disposición de la lente y el material de fabricación ya garantizan de por sí un correcto sistema de ventilación.
Un dato muy muy importante cuando vas a tomar la decisión de adquirir unas gafas u otras es el nivel de protección de las lentes. Y sí, nos referimos a dato, ya que el nivel de protección viene dado en un número correspondiente a una categoría u otra.
Existen 5 niveles o categorías, desde la 0 hasta la 4. Se trata de una medición que la Unión Europea fijó para poder valorar el filtro solar de cada lente. Las categorías son las siguientes:
Para las gafas de ciclismo, que van a ser utilizadas durante tiempo prolongado y en zonas de montaña en condiciones de mucha visibilidad, la categoría más adecuada sería la categoría S3. Resulta suficiente para protegerte de la radiación solar con garantías y tus ojos agradecerán dicha protección. Por encima queda la categoría S4, indicada para zonas de alta montaña, nieve... Para deportes como el senderismo de alta montaña o el ski, sí sería recomendable acudir a este tipo de gafas para lograr máxima protección, pero, como se ha dicho, para el ciclismo la categoría S3 es adecuada en la mayoría de los casos con mucha luminosidad. Para épocas del año con menos luz o días nublados, unas gafas con protección menor y lentes más claras resultan la mejor opción.
Además del nivel de protección, otro aspecto a tener en cuenta es el tipo de lente. La elección entre un tipo de lente u otra para tus gafas de ciclismo dependerá de la intensidad de la luz, la estación del año o la hora del día en el que las vayas a utilizar. Vamos a ver algunos modelos:
Las gafas de espejo reducen el cansancio ocular, ya que absorben mucha luz solar. Además, disminuyen bastante el riesgo a deslumbramientos. Por tanto, son el tipo de lentes adecuadas para condiciones de mucha luminosidad, ya que te protegen mucho y no te hacen perder claridad en tu campo de visión.
Lo contrario a las anteriores. Las lentes anaranjadas o amarillas son adecuadas para condiciones de poca luminosidad o mal tiempo. ¿Por qué? Por su coloración, que hace que mejore la nitidez y el contraste de todo aquello que te rodea.
Las gafas para todo. Si hay luz, se oscurecen. Si no hay luz, se aclaran. Esto lo hace posible la tecnología de las lentes fotocromáticas.
Aunque estas gafas se pueden utilizar durante todo el año, lo cierto es que lo más recomendable es utilizarlas en invierno, ya que la luz es más variable a lo largo de un día y la luz solar no es tan potente como en verano. Por tanto, es muy recomendable contar con unas gafas fotocromáticas ya que te van a resultar útiles en muchas ocasiones y son ideales para cuando las condiciones de luminosidad son cambiantes durante la ruta.
Las gafas polarizadas están diseñadas para condiciones de gran luminosidad, ya que su característica diferencial es que eliminan los reflejos de las superficies brillantes como el asfalto.
Que sean polarizadas significa que tienen un filtro especial que bloquea la luz reflejada y sólo deja pasar la luz “buena”, por así decirlo. Esto resulta importante para gente con fotosensibilidad.
Como ya se ha comentado, unas gafas de ciclismo además de proteger del sol protegen de las partículas que puedan entrar en el ojo, ya pueden ser mosquitos, piedras del terreno, polvo... Por tanto, debe garantizar un ajuste perfecto que impide que todo este tipo de peligros penetren hacia la zona de tus ojos.
Para lograr esto, la sujeción, el tamaño y la curvatura son tres puntos clave. Debes comprobar que las gafas queden bien sujetas, sin holguras ni movimientos mientras circulas en bicicleta. Si las gafas son demasiado grandes o demasiado pequeñas para ti, éstas no se acoplarán a tu cabeza como es debido y vas a ir incómodo toda la ruta. Por ello, es importante comprobar que las gafas son del tamaño que necesitas.
Lo ideal es que te cubran los ojos y dejen cierto espacio tanto vertical como horizontalmente para cubrir bien la zona de las partículas que amenazan tu seguridad. Cumpliendo con esta premisa, a partir de aquí encontrarás diferentes modelos de gafas que cubren de diferente forma tu cara. Es recomendable que cuentes con unas gafas que cubran tus ojos tanto frontalmente como lateralmente, para que puedas rodar con tranquilidad con la zona de los ojos y la cara bien segura. En este sentido, una gafa como la Speed Snake de Eltin es un estilo de gafa muy demandado últimamente en el mercado, tanto por su elevada protección como por su perfecto ajuste a la cara y la ausencia de montura que las hace muy cómodas de llevar.
Además de garantizar una buena sujeción, comodidad y ajustarse a tu cara, es igual de importante que tus gafas de ciclismo sean resistentes y diseñadas exclusivamente para un uso deportivo. Un punto a tener en cuenta es que el material con el que estén fabricadas sea hipoalergénico, ciertamente flexible y resistente a su vez.
Es decir, para ganar comodidad y ligereza es necesario que las gafas resulten moldeables y no demasiado rígidas, además de ser lo suficientemente resistentes para aguantar impactos y el contacto con partículas como piedrecitas, polvo... Además, todos los detalles y su acabado deben estar pensados para garantizar su durabilidad con un uso como el deportivo, es decir, las patillas deben ser de goma antideslizante para ganar sujeción, el puente nasal debe resultar cómodo y no apretar en exceso, las lentes deben ser resistentes y todos los elementos deben garantizar una buena evacuación del sudor y no acumular suciedad ni gérmenes.
La pareja inseparable, la más segura y la que nunca falla.
Lo más importante cuando ruedas en bicicleta es hacerlo en condiciones seguras y, para ello, debes poner todo de tu parte, ya que es tu salud la que está en juego. Hay que cumplir la normativa y poner todos los medios cuyo fin sea aumentar la seguridad. El casco es el principal elemento de seguridad encima de la bicicleta, por lo que es obligatorio su uso en la mayoría de situaciones y capaz de salvar tu vida en caso de accidente. Junto a él, las gafas, parte de la equipación imprescindible en todas tus salidas.
Se unen para lucir ambos como si de una sola pieza se tratara. Por tanto, las gafas de ciclismo se deben acoplar perfectamente a tu casco de bicicleta. Tiene que resultarte cómoda la combinación y que éstos dos elementos garanticen la máxima seguridad en la zona más importante de tu cuerpo, la cabeza.
¡Importante! Un aspecto a tener muy en cuenta y que, si no lo haces, debes empezar a ponerlo en práctica, es llevar correctamente las gafas junto con el casco. ¿Cómo? Muy fácil, primero debes colocarte el casco para, una vez abrochado, colocarte las gafas de forma que las patillas queden por encima de las correas o cintas del casco. ¿Para qué? En caso de accidente, las gafas saldrían despedidas y evitarías que se rompan y se te puedan clavar en la cara.
Esperamos haberte ayudado a conocer mejor las claves para elegir unas buenas gafas de ciclismo. Aunque ya se ha dicho, nunca está de más repetirlo, las gafas en el ciclismo es un elemento imprescindible que te protege y te aporta seguridad en tus rutas.
Si tienes alguna duda, no dudes en dejarnos en comentarios o contactar con nosotros a través de nuestras RRSS. Te animamos a descubre nuestra amplia gama de gafas, donde podrás encontrar diferentes modelos, estilos y todas ellas con una elevada protecctón y diseñadas exclusivamente para lograr el máximo rendimiento encima de la bicicleta.
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