“Dejadme contaros lo que pienso sobre el ciclismo. Ha hecho más por la emancipación de la mujer que otra cosa en el mundo. El ciclismo aporta a la mujer un sentimiento de libertad, de confianza en sí misma. Apoyo y me emociono cada vez que veo a una mujer pedaleando sobre dos ruedas... Veo la imagen de la feminidad libre e ilimitada”.
Susan B Anthony, mujer referente en la lucha por los derechos humanos y que luchó por conseguir el sufragio femenino, pronunció en 1895 este discursó que es historia del ciclismo y que ha traspasado las fronteras del tiempo. En el pasado, no cabía en la cabeza de nadie que las mujeres practicasen deporte ni mucho menos compitiesen en carreras. Las valientes que rompieron estereotipos y lucharon por la igualdad a base de pedales (ahora hablaremos de algunas de ellas) iniciaron un camino que, desgraciadamente, a día de hoy aún se sigue recorriendo. Desgraciadamente, sí, porque en 2023 la igualdad tendría que ser una realidad y, más que hablar de ella, deberíamos vivirla día a día en todas los ámbitos. Pero no, no es así.
“En una manifestación en bicicleta a favor de los derechos de las mujeres nos tiraron piedras y tuvo que ser cancelada. Desde nuestra organización de ciclistas mujeres intentamos romper con lo establecido, que es que llegadas a una edad adolescente tenemos que empezar a dedicarnos a las labores del hogar, a coser y a cuidar de nuestros maridos, siendo una aberración que practiquemos deporte o nos divirtamos”.
Al leer estas palabras quizá hayas pensado que son parte de una cita histórica como con la que hemos introducido el artículo. Pero no, sentimos comunicarte que son palabras actuales, de este mismo año. Impactante, ¿no?. Pues esta es la situación que viven Zulekha Dawood, fotógrafa y movilizadora social, y su grupo de mujeres ciclistas que luchan por sus derechos y la igualdad subidas a una bicicleta en Karachi, la ciudad más grande de Pakistán. Un lugar donde las mujeres son oprimidas y no gozan del derecho fundamental, la libertad.
Por tanto, no cabe duda de que es un camino muy largo por recorrer y no todas las culturas se encuentran en el mismo punto en términos de igualdad y derechos. Tenemos que ser conscientes de ello, aportar nuestro granito y luchar por la igualdad en todos las situaciones en las que nos encontremos. Un camino en el cual, como has podido comprobar, el ciclismo es parte fundamental. Las bicicletas han sido, y lo siguen siendo, el símbolo de la libertad y arma para lograr la igualdad y luchar por los derechos de las mujeres.
Grupo de mujeres en bicicleta en Karachi, Pakistán. Fuente: wjct.org
A continuación presentamos 10 mujeres que a lo largo de la historia han sido ejemplo encima de una bicicleta. Seleccionar a diez es un tanto injusto ya que son muchas más las que deberían ser mencionadas, pero sirvan estas diez historias para abanderar una causa de la que han formado parte tantas valientes.
“¿Dar la vuelta al mundo en bicicleta? Acepto, allá voy”. Algo parecido debió decir Annie en 1894 cuando dos empresarios de Boston le propusieron el reto a cambio de 10 mil dólares.
El 25 de Junio de 1895 comenzó a pedalear desde Massachussetts y 15 meses después completaba con éxito su aventura en Nueva York.
En una época donde a la mujer no se la concebía encima de una bicicleta ni para recorrer su calle, Annie se puso a pedalear para dar nada más y nada menos que la vuelta al mundo. Impresionante.
Fuente: nationalgeographic.com
Ciclista de origen sueco que desarrolló su carrera en EEUU, tuvo claro desde bien pequeña que su pasión eran las bicicletas. Tanto es así que trabajó de costurera en su adolescencia y ahorró para poder comprarse su primera bicicleta. Con 18 años empezó a competir en carreras de ciclismo ganando casi todas ellas y realizando marcas nunca antes vistas.
Dos años más tarde, con solo 20 años, ya era reconocida como la mejor ciclista del mundo. Fue en este momento cuando Susan B Anthony, mujer referente en la lucha por los derechos humanos y que luchó por conseguir el sufragio femenino, pronunció el famoso discurso que es historia del ciclismo y con el que hemos introducido el artículo.
Fuente: mujericolas.blogspot.com
Piloto de coches de carreras, acróbata en circos y teatros, enfermera, conductora de ambulancias durante la guerra y la segunda mujer aviadora de la historia. Sí, todo esto fue Helena Dutrieu además de campeona de ciclismo.
Destacaba en pruebas de velocidad y tuvo en su poder el récord de la hora en 1895 y el campeonato del mundo de velocidad en pista dos años más tarde. De ahí que la llamaran “la flecha humana”. Una vida llena de retos superando las barreras de lo imposible.
Fuente: excelenciasdelmotor.com
La historia de Alfonsina nos encanta. Fue la primera mujer en participar en el Giro de Italia rodeada de hombres en 1924, pero conseguirlo no fue tarea fácil.
En 1917 participó en el Giro de Lombardía siendo la única mujer en la prueba. Esto no gustó a organizadores de carreras ciclistas por lo que prohibieron la participación femenina en sus eventos. Pero para Strada nada era imposible y la lucha por los derechos era su seña de identidad, por lo que con la ayuda de ciertos patrocinadores del Giro se inscribió en secreto con el nombre falso, de hombre, “Alfonsín”. Obviamente, en la primera etapa fue descubierta y descalificada, pero se negó a abandonar y llegó a meta de manera excepcional. Una entrada a meta que representa una llegada muy importante en la carrera por la igualdad de derechos entre hombres y mujeres en el deporte.
Fuente: es.wikipedia.org
Si con la llegada de Alfonsina a meta se había dado un paso muy importante, en 1967 llegaba otro gran paso, esta vez en forma de victoria. La británica Beryl Burton ganaba una carrera de resistencia en la que competían hombres.
Destacaba por su carácter, perseverancia y dedicación, ingredientes que la convirtieron durante un cuarto de siglo en la mejor ciclista del mundo.
Fuente: alamy.es
Ganar la “Grande Boucle” y celebrar en los Campos Eliseos es, para quien ha tenido la suerte de vivirla, una de las sensaciones más bonitas de la vida para un ciclista. Marianne tuvo la suerte de vivir esa sensación en 1984 convirtiéndose en la primera mujer en ganar el Tour de Francia femenino.
Fue un ejemplo de esfuerzo y superación, ya que una importante lesión en la espalda y constantes episodios de anemia no fueron motivos suficientes para privarle de alcanzar su sueño. Se recuperó, entrenó y luchó hasta que consiguió levantar los brazos en París.
Fuente: laruedasuelta.com
Para muchos Jeannie Longo es la mejor ciclista de todos los tiempos, que se dice pronto. Un palmarés que da vértigo: 12 títulos mundiales, 4 medallas olímpicas y cerca de 40 medallas entre mundiales y nacionales. También destacaba por sus excelentes cualidades sobre los esquís.
Su mayor rival fue ella misma, ya que continuamente estuvo intentando batir los récords que ella misma había alcanzado. Se retiró nada más y nada menos que a la edad de 53 años. Por desgracia, como a alguno le sonará, se ha visto envuelta en polémicas sobre casos de dopaje que han ensombrecido su carrera.
Fuente: welovecycling.com
Una historia de éxito y superación que seguro muchos recordareis, ya que es considerada la mejor ciclista española de todos los tiempos.
Tras proclamarse campeona de España en 1986, una hernia discal en la espalda le paralizó el cuerpo y frenó su carrera por completo. De hecho, se le informó que jamás podría volver a montar en bicicleta. Pero Joane demostró su valentía y con esfuerzo, paciencia y rehabilitación volvió a competir y no de cualquier manera, ya que revalidó el título de campeona nacional así como varias etapas en el Giro Donne. La guinda llegó en los años 1999 y 2000, cuando Joane subió a lo más alto del cajón en el Giro y en El Tour, respectivamente.
Fuente: 20minutos.es
Nicole soñaba desde bien pequeña con participar en el Tour de Francia y en unos Juegos Olímpicos. Pues bien, los sueños se le quedaron cortos a la ciclista británica.
Fue en 2006 y 2007 cuando se coronó consecutivamente en el Tour de Francia y, para completar la racha, se bañó en oro en Pekín 2008. De querer participar a ser la mejor de las participantes. Nada mal, ¿verdad?
Tras su retirada han sido muchas las críticas que Nicole ha lanzado sobre el tema de que no exista actualmente el Tour de Francia femenino. En 2022, por fin, podremos disfrutar de la “Grande Boucle” femenina, por lo que podemos decir que las críticas y la insistencia de la ciclista han dado sus frutos.
Fuente: cyclist.co.uk
La ciclista total. Para muchos la mejor encima de una bicicleta. La neerlandesa destacó en todas las modalidades: pista, carretera, ciclismo de montaña y ciclocross. Con solo 19 años ya era campeona del mundo en cross y carretera en lo que marcaba el inicio de una carrera llena de éxitos.
Un palmarés que asusta y que para entender mejor se debe dividir en modalidades:
Ruta: 3 Giros, 11 clásicas, un monumento, 3 campeonatos del mundo, un europeo y oro olímpico en Londres.
Pista: Oro olímpico en Pekín 2008 y campeona del mundo en puntuación y scratch en 2008 y 2011 respectivamente.
Ciclocross: 7 veces campeona del mundo, 2 veces campeona de europa y campeona de la Copa del Mundo 2019.
Pero detrás de este palmarés que augura momentos de tremenda alegría, también se esconde una historia de superación. El entrenamiento, la presión y quizá la cantidad de éxitos llevaron a Marianne a un vacío en el que no se encontraba a sí misma llegando a ser diagnosticada de depresión. Pasaron 3 años hasta que la ciclista afortunadamente alcanzó de nuevo la salud mental que necesitaba para volver a brillar encima de la bicicleta.
Se involucró, y lo sigue haciendo, de manera excepcional en la lucha por los derechos de la mujer en el deporte y en todos los aspectos de la vida. Desde la bicicleta y dando visibilidad al ciclismo femenino sus metas son ahora lograr abrir puertas, motivar y ayudar a todas las niñas cuyo deseo sea subir en una bicicleta y empezar a pedalear.
Fuente: olympics.com
“Paso a paso conseguiremos un mundo más igualitario, pero el primer paso que hay que dar es no dejar que ningún hombre te vacile”. Lo dijo Mónica Santini, directora ejecutiva de la marca Santini, en una conversación para la revista Volata en su edición dedicada al ciclismo femenino. Palabras que definen a la perfección la actitud que ha hecho y sigue haciendo a muchas mujeres realizar el excelente trabajo que realizan en un mundo tradicionalmente dominado por hombres.
Seguro que alguna vez, en algún ámbito, al querer cambiar algo has tenido que soportar la típica respuesta: “Siempre se ha hecho así”. Y seguro que estas palabras te han caído como una losa y han frustrado tus ganas por avanzar y hacer que las cosas mejoren. Pues, desgraciadamente, esta es la respuesta que las mujeres han tenido que soportar en innumerables ocasiones dentro del mundo del ciclismo. Un mundo donde aún quedan tradiciones y formas de proceder arcaicas por el simple hecho del inmovilismo y la falta de miras que no permite evolucionar. Ante esto, las mujeres tienen clara la respuesta: trabajo, ambición y, sobre todo, una fe inquebrantable en sí mismas.
Saben que por el simple hecho de ser mujeres se les exige mucho más, y que al mínimo error serán juzgadas. Las ciclistas y mujeres que ocupan puestos de gestión en los equipos han aprendido a trabajar con esto y llevan tiempo demostrando que son igual o más capaces, pero son conscientes que estas actitudes machistas han frenado a muchas mujeres y temen que lo sigan haciendo. Por eso, saben de la importancia de actuar como activistas y voces visibles de la igualdad en el deporte. Un papel que asumen, pero a la vez les gustaría llevar menos a cabo por el hecho de que vaya siendo menos necesario a medida que se avance. No quieren ser continuamente preguntadas por temas de igualdad ni tener que aguantar las miradas extrañas y recelosas de hombres que se niegan a avanzar, simplemente quieren trabajar y ser tratadas y escuchadas en las mismas condiciones.
Por suerte, actualmente en el ciclismo femenino hay mucho camino recorrido y en los últimos diez años se ha avanzado como nunca antes. Pero aún queda, y no poco. La creciente inversión en ciclismo femenino, la aparición de mujeres en posiciones directivas, la formación de muchas jóvenes...son pasos de gigante que se han ido dando gracias al trabajo y la lucha a lo largo de los años.
Hoy en día se cuenta con 15 equipos femeninos en el World Tour y muchos equipos continentales que apuestan fuerte por la formación de las más jóvenes. Si atendemos a las pruebas, cada vez son más las organizaciones que apuestan por llevar a cabo una carrera femenina, destacando hitos como que en 2022 volvió el Tour de Francia femenino, en 2023 la Vuelta a España incorporó una semana de grandes etapas para el pelotón femenino y desde 2021 podemos disfrutar de la París Roubaix femenina, uno de los recorridos con más tradición de la historia del ciclismo. Además, en pruebas menores como marchas y eventos cicloturistas es un gusto encontrarse cada vez con más presencia femenina, demostrando que la evolución es constante y la pasión por el ciclismo crece.
No obstante, queda mucho camino por recorrer. Aunque bien es verdad que la evolución ha sido importante, si comparamos con el calendario masculino vemos que aún se está lejos del objetivo. Aproximadamente, por cada día que compiten los hombres, las mujeres compiten alrededor de 3,5 días. Ojalá la evolución sea continua y estos datos cada vez estén más parejos.
París Roubaix femenina 2021. Fuente: movistarteam.com
Dentro del ciclismo masculino también se están viendo ciertos cambios esperanzadores desde haca ya algunos años. Por ejemplo, en 2020 tuvimos la primera mujer al frente de un equipo World Tour masculino: Cherie Pridham estuvo al mando del Israel StartUp Nation, y en 2020, cuando se anunció la noticia, pronunciaba estas palabras: “Voy a abordar los mismos problemas que mis colegas, cometeré los mismos errores y tendré los mismos éxitos también” ; “sé que inspiraré a otras a emprender el mismo viaje y eso realmente significa algo para mí”. Palabras que definen a la perfección el sentir de las mujeres en el mundo del ciclismo con su deseo de inspirar a muchas otras y a nuevas generaciones desde el trabajo y las oportunidades en igualdad de condiciones. En 2021, al frente del Lotto Soudal, logró una victoria World Tour importantísima en la Tirreno Adriático. ¡El fruto a un gran trabajo!
Por otra parte, cada vez son más las mujeres relacionadas con el mundo del ciclismo sin estar subidas encima de una bicicleta o coche de equipo. Es decir, mujeres periodistas especializadas en ciclismo femenino o influencers de ciclismo. Orla Chennaoui es una periodista que lleva muchos años cubriendo el ciclismo desde que empezó en Sky Sports. Actualmente está en Eurosport y cuenta que diez años atrás en las salas de prensa post carrera miraba a su alrededor y era la única mujer a excepción de una fotógrafa asiática. Hoy en día se alegra de ver cómo esto está cambiando y anima a que el número de mujeres siga creciendo. En España contamos con periodistas muy importantes que marcan el camino como Laura Meseger (presentadora en Eurosport), Laura Cueto (responsable de comunicación en Unipublic, la empresa que organiza La Vuelta o El Tour entre otros eventos), Olga Ábalos (directora de Volata), etc.
Cherie Pridham en el coche de equipo. Fuente: mundobici.com
Por último, vamos a comentar un tema que seguro te hará reflexionar y donde te darás aún más cuenta de la desigualdad existente: el dinero.
Al fin y al cabo entrenar y competir es el trabajo para las ciclistas y lo que les debería sustentar económicamente. Si no existen unos salarios adecuados, muchas chicas cuya pasión es el ciclismo renuncian a ello para trabajar en otros ámbitos que sí le proporcionan esa seguridad económica necesaria. De esta forma, el ciclismo femenino no podrá avanzar nunca al no existir alicientes para ello.
Aunque bien es verdad que se ha conseguido un logro importante como la confirmación de un salario mínimo obligatorio para mujeres ciclistas, aún queda mucho por hacer. De hecho, atendiendo al salario mínimo, para un ciclista hombre es de 38.115 euros en World Tour y 30.855 en equipo continental mientras que en las mujeres es de la mitad. Para constatar las consecuencias de esta disparidad, antes de que se instaurase el salario mínimo alrededor del 20% de las ciclistas no percibían ninguna remuneración mientras que más de la mitad tenían que tener un segundo trabajo para poder llegar a fin de mes.
Todo esto sin contar que muchas de ellas para competir se tenían que pagar gastos como la asistencia médica y mecánica, alojamientos, comida, transporte, fisioterapeuta… El sueño de ser ciclista profesional se hace cada vez más inalcanzable con estas condiciones, ¿verdad?
Todo esto se deriva del dato que más asusta, el dinero del que disponen los equipos. Los hombres tienen, nada más y nada menos, 75 veces más dinero que las mujeres para trabajar, lo que se conoce como presupuesto. Una brecha abismal que explica muchas de las diferencias y que es necesario reducir para poder seguir hablando de evolución en el ciclismo femenino. Sin inversión no hay dinero, sin dinero no hay salarios dignos, sin salarios dignos no hay ciclistas profesionales. Tan triste como real.
Por tanto, se debe trabajar en “vender el producto” para generar inversión. Los patrocinadores quieren repercusión y ser vistos por los espectadores, por lo que una de las soluciones pasa por poner al ciclismo femenino en el escaparate: televisión, noticias, redes sociales… El ciclismo femenino sí interesa, como ha quedado de manifiesto con los datos conseguidos cada vez que se ha retransmitido una carrera femenina, y hay que conseguir que poco a poco vaya teniendo más visibilidad dentro del universo ciclista haciéndolo llegar al público.
Cartel que anunciaba la retransmisión televisiva de Tour de Francia femenino 2022. Fuente: eurosport.com
Es momento de seguir apostando fuerte por el ciclismo femenino, de seguir haciendo fuerza para que las situación sea cada vez más igualitaria y, sobre todo, seguir pedaleando, seas hombre o mujer, por un mundo mejor donde no haga falta hablar de igualdad porque ya exista.
KEEP ON CYCLING
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