Cada día somos más las personas que nos movemos en bicicleta por la ciudad, una práctica muy sostenible que, además, aporta muchos beneficios tanto a nivel físico como mental. Te ayuda a desconectar del estrés del trabajo y del tráfico diario, hace que tu estilo de vida sea más saludable, te mantiene activo y hace que veas la ciudad de forma diferente desde el sillín de tu bici.
Se trata de una forma de movilidad que aporta beneficios a muchos niveles, como ahora veremos, y por la que nosotros, como sociedad, debemos de apostar cada vez más por todo lo que supone. Afortunadamente, en los últimos años nos hemos dado más cuenta de la importancia de fomentarla y, fruto de ello, las ciudades se han ido adaptando con modificaciones de las vías, con más carriles bici y acciones que animan al uso de la bicicleta y fomentan la concienciación sobre ello. ¡Vamos a verlo todo!
Como ya hemos comentado, el ciclismo urbano aporta numerosas ventajas. No solo para ti, que estás subido encima de la bici, si no para la sociedad en general. Más que un medio de transporte, se trata de una forma de concebir la vida y de comportarse en sociedad, con un compromiso muy firme con la sostenibilidad y un estilo de vida saludable. Vamos a ver sus ventajas:
Moverte en bici por la ciudad te mantiene activo y, como deporte, te aporta todas las bondades del mismo en materia de salud. Si practicas deporte con asiduidad e intensidad, seguramente moverte en bici por la ciudad no te supone un gran esfuerzo, pero sí te ayuda a mantenerte activo y a seguir fomentando ese estilo de vida dinámico y saludable. Si, por el contrario, no sueles realizar mucho deporte y esto es una asignatura pendiente en tu día a día, coger la bici en tus desplazamientos es una muy buena forma de empezar. En bicicleta puedes ir regulando el ritmo según te encuentres y, además, por ciudad, te mueves de manera tranquila, a baja velocidad y sin grandes pendientes. Por lo tanto, es una primera toma de contacto genial que seguro hace que te plantees empezar a salir en bici como actividad deportiva en tu tiempo de ocio.
Pero además de ser saludable a nivel físico, también lo es, y esto es de tremenda importancia, a nivel mental. Moverte en bici para ir al trabajo o a la universidad, hace que tu mente se despeje y reduce el estrés. Desconectarás los días que lo necesites, aclararás muchas ideas con la mente despejada y lo verás todo mucho más fácil aquellos días donde parece que los problemas se multiplican o no encuentras soluciones.
Se acabaron los atascos, el sonido de los cláxones, la búsqueda de aparcamiento que muchas veces se antoja imposible, las esperas en andenes y los agobios en trenes o metros. Moviéndote en bici, eliminas todo esto que sólo produce estrés e incomoda tu día a día. Aunque pueda parecer que tardes más desplazándote en bicicleta, este tiempo se ve muchas veces recompensado al no tener que estar parado en un atasco ni tener que dar vueltas buscando sitios para aparcar. Y, aunque se tarde un poco más de tiempo para llegar a destino, este tiempo es de calidad, ya que como ya sabes, te estás moviendo de forma saludable y sostenible.
Además, cada vez las ciudades están más adaptadas para que convivan las bicis con los peatones y demás vehículos, por lo que la existencia de carriles bicis y vías específicas hace que sea muy fácil y seguro moverte por ciudad. Ligado a esto, un aumento del uso de la bici y disminución de los automóviles hará que la fluidez de tráfico mejore y se solucionarán muchos problemas de movilidad en las ciudades.
Por si ser la opción más saludable y reducir el estrés fuese poco, moverse en bici por la ciudad es, además, la opción más económica. Tener una bici para moverte por la ciudad es asequible para todas las personas. Obviamente, existen opciones más y menos caras en el mercado, pero contar con una bicicleta para tus desplazamientos o poner a punto una antigua para darle una segunda vida es muy económico y accesible para la mayoría de gente.
Además, en el día a día estarás ahorrando. En bicicleta, el combustible son tus piernas, que son las encargadas de dar la fuerza necesaria para mover los pedales. Combustible a coste cero. En cambio, si te mueves en vehículo motorizado, las visitas a la gasolinera no son nada agradables y las gastos van en aumento, ya que a su vez surgen otros como las posibles averías y las visitas al mecánico para el mantenimiento del vehículo.
Si cambias todo esto por las dos ruedas y los pedales, en muy poco tiempo empezarás a notar el ahorro y la sensación de moverte en bici será aún más agradable si cabe.
Uno de los mayores problemas que tenemos como sociedad y a su vez uno de los mayores retos de presente y futuro es el tema del cuidado del medio ambiente y el uso adecuado de sus recursos. Se trata de un problema muy latente en nuestra sociedad del cual ya estamos empezando a acusar sus efectos, como el aumento de la temperatura terrestre, la destrucción de muchos ecosistemas y la aparición de problemas de desabastecimiento y contaminación alarmantes.
Es, por tanto, un problema global cuya solución pasa por la concienciación de todos y cada uno de nosotros y el aporte individual, pequeño pero muy importante, para disminuir el mismo. Todos somos parte del problema y, al mismo tiempo, parte de la solución, por lo que llevar a cabo acciones que ayuden a erradicarlo y hacer que otras personas se conciencien es una misión de todos.
Moverse en bicicleta por la ciudad y dejar de lado el coche o moto es una de esas acciones comprometidas con el medio ambiente que podemos poner en práctica. Sumarte al movimiento ciclista urbano es más que eso, es unirse a una forma de movilidad sostenible y llevar un estilo de vida comprometido con el futuro de la sociedad.
La evolución del ciclismo urbano ha ido siempre en sentido ascendente. Este crecimiento del uso de las bicis en las ciudades en los últimos años, sobre todo a raíz de la pandemia Covid-19, ha sido exponencial y la línea evolutiva ha dado un salto tremendo. Una muy buena noticia que no es casualidad, sino que es fruto de una concienciación y compromiso de todos nosotros con una forma de movilidad sostenible y saludable, y una respuesta por parte de los organismos competentes con la construcción de carriles bicis y la adaptación de las vías urbanas a la aparición de bicicletas.
Este movimiento europeo que tiene sus principales modelos en ciudades pioneras como Ámsterdam, Oslo o Copenhague. De hecho, un dato curioso que nos encanta es que en Copenhague hay más bicicletas que habitantes, siendo para muchos la capital mundial de la bici, con buenos servicios, seguridad, zonas verdes, carriles bici... Tanto es así que desde 2011 se elabora un ranking de las mejores ciudades donde moverse en bici con el nombre Copenhagenize. Las 10 primeras cuidades del ranking son europeas y hay una gran presencia de ciudades holandesas, francesas y belgas. En cuanto a las españolas, es Barcelona la que se sitúa entre las 15 primeras. Fuera de Europa, es Bogotà la ciudad más preparada para los desplazamientos en bici.
Los planes de muchas ciudades por aumentar los kilómetros de carriles bicis y crear otros temporales para ir viendo su uso y evolución han sido acelerados en muchos casos por la pandemia, que ha hecho que la gente se preocupe más por su salud, valore más el desplazarse al aire libre y evite aglomeraciones como las que pueden surgir en autobuses o metro. El número de ciclistas urbanos se ha multiplicado y los organismos competentes se han visto obligados a estructurar y dar respuesta a la demanda creciente de kilómetros ciclables.
En España, según datos de un estudio que realizó el periódico El País, las ciudades con una red más amplia y segura son Vitoria, Valencia, Zaragoza, San Sebastián y Sevilla. Otras como Madrid, Málaga, Bilbao o Las Palmas cuentan con muchos menos kilómetros e infraestructura para desplazarse de forma segura.
A continuación, puedes ver claramente, fruto de este estudio, los kilómetros de carriles bici cada 100.000 habitantes de las 10 ciudades más pobladas de España y su densidad en el mapa. Hay ciudades, como por ejemplo Murcia, que cuentan con más kilómetros cada 100.000 habitantes que otras como Barcelona, pero este dato es por la diferencia en el número de habitantes ya que la red catalana es mucho más larga y de más calidad. Es muy interesante ver tanto la cantidad de carriles bici como su distribución, es decir, si conectan más el centro o la periferia, si hay carriles que conecten ambas zonas, si la red está cohesionada...
Analizando esto vemos que Barcelona, Valencia y Sevilla son las ciudades con más carriles bici y mejor conectados entre ellos, mientras que ciudades como Madrid y Bilbao presentan muy pocos e inconexos, siendo en su mayoría carriles en la periferia destinados al ocio y no a los desplazamientos, situación que debe mejorar.
Mapas de los carriles bici en las 10 ciudades españolas más pobladas. Fuente: El Páis
Obviamente, todo esto influye en el uso de la bici en ciudad. En Barcelona, cada día hay más de 200.000 viajes en bicicleta, lo que supone el 3% de los desplazamientos diarios. En Valencia, aún es mayor, con cerca del 5% de los desplazamientos totales. Unas cifras que contrastan con el 0,6% de Madrid, siendo la capital y la que más población tiene.
Por tanto, la evolución es constante y presenta datos esperanzadores que indican que las bicicletas han llegado para quedarse. No obstante, esta evolución no se ve de manera tan latente en muchas ciudades y la calidad de los carriles bici y su disposición deben mejorar, por lo que hay que seguir avanzando y demandando el cambio que haga posible el movimiento sostenible y que el número de ciclistas urbanos se multipliquen.
Con todo, actualmente el ciclismo urbano se encuentra en plena ola ascendente. Son muchas las ciudades que están viviendo ahora mismo los cambios hacia una forma de movilidad diferente y mucho más sostenible. Aunque muchos lo cataloguen como moda, están muy equivocados, es una necesidad y una transformación necesaria para mejorar la vida de las personas. Es un momento único que las ciudades deben aprovechar y no pueden dejar pasar, si no llegarán tarde a lo que viene a ser el futuro urbanístico.
Y, muy importante, tal y como recalca el urbanista y especialista en construcción de ciudades Brent Toderian: “No basta con facilitar el cambio, hay que mantenerlo”. Es decir, aunque en muchos casos una buena forma de empezar con los cambios son los carriles bici temporales o las soluciones improvisadas como conos o bolardos, esto debe servir para medir datos y dar tiempo a la planificación, pero siempre debe ir seguido de una remodelación completa y de la consolidación de estos cambios. Esto es por lo que hay luchar ahora.
Paralelamente a toda esta transformación, el sector ciclista propulsa esta transformación. Muchas marcas de ciclismo, como Eltin, apuestan cada vez más por mejorar la experiencia del ciclista urbano y aumentar la seguridad en sus desplazamientos, ofreciendo productos específicos para ciudad. Anteriormente en nuestro blog te presentamos “los 5 accesorios imprescindibles para moverte en bici por la ciudad”. Especialmente, te recomendamos que eches un vistazo al casco Eltin Bliss, diseñado exclusivamente para moverte por la ciudad; accesorios como la gama de candados Caiman Lock, así como el artículo donde te damos las claves y trucos para candar tu bici cuando la estacionas en desplazamientos urbanos; y la amplia gama de luces Eltin para ver y ser visto en toda vía urbana.
Por último, debes conocer que también existen medios de comunicación exclusivos de ciclismo urbano como Ciclosfera, que organizó a su vez este año en Valencia la primera feria de ciclismo urbano en España, “Ciclosferia”, que fue todo un éxito y no hizo más que constatar el crecimiento del ciclismo urbano y el interés que genera en muchas personas.
El cambio está ahí, la transformación ha llegado y el ciclismo urbano es ya el abanderado de la movilidad sostenible en las ciudades. Pero aún queda camino por recorrer y los cambios deben mantenerse en el tiempo y mejorar con él. Hay que seguir haciendo fuerza a base de pedales para que cada vez existan más carriles bici, más bicicletas y más facilidades en las ciudades, logrando así ese cambio sostenible, saludable y seguro.
Esperamos que formes parte del movimiento ciclista urbano y, si no, ¿a qué esperas? ¡Únete al cambio, estamos seguros de que no te arrepentirás!
#KeepOnCycling
Comentarios (0)